Querido diario,

lo prometido es deuda... 81,5 kg... No es lo que habíamos hablado, pero es lo que hay.

No me riñas mucho que no estoy para sermones. El jueves tengo radiografía y el lunes próximo si todo va bien me sacan la muela del juicio... Por un lado bien, ya que apenas puedo probar bocado. Pero por otro lado... Dios! cómo duele!! No recuerdo que las contracciones del parto fueran tan fuertes.

Todo este dolor físico se me junta con el mental. A parte de la muela en cuestión, hay otros problemillas como cuenta mi doctora, que la factura asciende a unos cuantos cientos de euro. Eso me pasa por no ir de año en año a hacerme las revisiones bucales. Pero bueno, es algo que es de primera necesidad, así que ya me restringiré de otros asuntos e invertiré en esto, que la salud es lo más importante.

Así que..., una muela menos del juicio. Sólo me han salido dos y media, así que, de lo poco centrada que estaba... aún lo estaré menos?, jeje Es broma... Es un chiste fácil que siempre se dice con estos temas.

Hay cosas peores, así que hay que coger el toro por los cuernos!! Me ha dicho la doctora que ni me iba a enterar..., veo que no me conoce bien.

Bueno, si ves que en un tiempo no te digo nada..., no te asustes, estaré un poco ausente.

También he de decirte que te he estado evitando un poco. Ya te conté que no quería convertirte en mi paño de lágrimas. Más de una vez he estado tentada, pero no lo he hecho, porque antes de escribir he recapacitado y me he dado cuenta de que eran tonterías.

Pero sí me estoy dando cuenta de que este diario está tomando otro camino al que iba a ser en su inicio. Un simple lugar donde expresar cómo me siento al hacer la dieta, poner algún que otro menú, mis medidas, los logros, pero ahora que veo que me he estancado, no sé bien, bien, qué decirte más, si es simplemente eso lo que debo hacer. Así que he decidido que te tendré un poco olvidado durante un tiempo, simplemente hasta que vea por dónde quiero que vaya encaminado realmente este blog y darle más fuerza.

Tal vez no lo llegue a conseguir, pero, si por cualquier motivo dejara de escribirte, no te preocupes, estaré bien. Te vendré a visitar, de vez en cuando, por si me cuentas algo. Espero que no te sientas solo... Es hora de meditar sobre ciertas cosas y no quiero involucrarte en ello...

Un beso desde mi rincón de la casa... Hasta pronto...