Bueno... Seguimos el plan...

Vaya día el de hoy... No he parado ni un momento. Esta mañana si he desayunado, no mucho porque tal vez me he acostumbrado a lo que hacía, pero algo es.

Me he preparado unos palitos de pan tostado (5 ud.) con 3 lonchas de pechuga de pavo en lonchas finas y mi café con leche semi sin azúcar.

A las 10:00 h no tenía esa hambre que me entraba cada día y que me hacía ir a toda prisa a por el café a la máquina con mis 0,40 € Siempre aprovecho que el jefe marcha a almorzar para bajar corriendo y en más de una ocasión me han dado las 10:30 h y mis nervios estaban a flor de piel, pero bueno, el caso es que llegada las 10:00 h de hoy, no me ha entrado esa hambre, pero si ese deseo del café. Ha sido algo que no me pasaba desde hacía tiempo, cuando estaba embarazada de mi pequeña. Me vino hasta el olor y todo y eso que lo tengo a tres plantas debajo de mi...

Me hacía la durilla y me decía a mí misma "Pero si no tienes hambre, déjalo"... Pero ocurrió algo insólito que únicamente había visto un par de veces en mis años de experiencia... Mi compi me dijo que si quería tomar algo, que iba a la máquina... Claro, no pude rechazar su invitación así que a las 10:20 h estaba tomando un rico café (ya me he acostumbrado al de máquina) gracias a mi compi.

Bueno, tampoco no me afectó mucho y mi culpa no afloró demasiado.

Al mediodía me estaban esperando unas ricas albóndigas que mi madre había preparado con todo su cariño. Una salsa de mojar pan... para chuparse los dedos... Me comí tres bolitas y dos cucharas soperas de salsa... Mojé pan... si, lo reconozco... pero bueno, que no cunda el pánico... Es que cuando llegué de trabajar estaba la mesa puesta y vi que a la barra le faltaba la punta. Mi madre ya estaba preparando los platos para cada uno (a mi, como sabe mis manías, me dejó que me sirviera) me dije que esa atrocidad sólo lo podía haber cometido mi padre para darle el placer a su nieta de mordisquear dicho alimento; pero cual fue mi sorpresa que al sentarme en la mesa... La tenía yo!!! Me la había guardado para mi!!! Si es que tengo unos papis que no me los merezco!!!!! Así que no tuve más remedio que ceder a sus ofrendas y deleitarme con tan sabroso manjar... Me porté bien, me comí esa deliciosa punta y no probé más pan.

Después de que mi madre insistiera en que me llenara otro plato, y todo eso, me comí un yogurt desnatado, de esos de pasteles.

A la tarde.. , la cosa se pudo haber puesto fea... Pero mi voluntad de hierro se impuso ante la gula y el deseo...

Fui con mi hija y mi madre a pasar la tarde a casa de ellos. Dentro de poco se marcharán para el pueblo y hasta el verano no podré verlos, si no pasa nada, así que intento estar con ellos todo lo que puedo.

Pues bien, entre una cosa y otra, entre la merienda de mi hija y la de ellos... sacaron magdalenas y coca de chicharrones... Mi madre insistía más de una vez en que por un trocito no pasaba nada, o por un "colacao" tampoco... Pero me puse firme y le dije que no... Ya me había pasado con el pan...

Así que resistí hasta la hora de la cena que me preparé una tortilla de un huevo con un queso fresco, tomate crudo y una lata de atún... mmmm Me supo a gloria!!! De postre otro yogurt y listos, para dormir otra vez hasta el día siguiente (bueno, antes he hecho un parón para escribirte y contarte mi experiencia de hoy)

Así que en este día, me he negado a uno de los dulces que más saliva produce mi boca y no he pecado, bueno, la punta del pan, si a eso se le puede llamar "pecar"

A ver mañana qué sorpresas me depara el día...